
Si alguno de ustedes ha echado un vistazo a este blog, se dará cuenta que el teclado que anhelaba hace casi dos años era el Motif ES. Por fortuna, transcurrió el tiempo adecuado y pude adquirir un mejor producto.
Feliz 2008 para todos.
Bien reza la sentencia que al gato lo mata la curiosidad. Pues bien, desafiando a mi intuición -que en tópicos de música, no se caracteriza por ser tan desatinada- fui a "probar" el X8.
Digo que me mató la curiosidad porque hay cosas que uno sabe incluso antes de que sucedan. En fin; cuando ahorre cuarenta y tres mil cuatrocientos setenta y seis pesos, juro que primero pagaría por que le hicieran un pimp my ride a mi auto, antes que comprar un horripilante Roland Fantom X8.
Si ustedes son o en algún momento fueron fanáticos de los dragones, magos, enanos o elfos, sin lugar a dudas recuerdan esta magnífica colección de libros-juego: Dungeons & Dragons. Aventura sin fin.
Algunos años después, mi afición se consolidó cuando salieron a la venta los libros de Dungeons & Dragons. Aventura sin fin, cuya principal característica era que el lector podía llegar a finales diversos según las decisiones tomadas durante la lectura: desde llevar la misión encomendada a buen término hasta encontrar la muerte en lo más oscuro y húmedo de una mazmorra. Quizá les parezca aburrido este relato pero al menos yo me entretenía demasiado. Dar lectura a estos libros desarrollaba mucho la imaginación y era una actividad realmente divertida.
1. Las Cavernas del Terror
Tal sentencia la hacía el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, como consecuencia de las disputas generadas en las negociaciones sobre el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas.
"Que el presidente Fox se ocupe de México, a mi me votaron los argentinos y yo me voy a ocupar de ellos como corresponde".








Los medios de comunicación, en particular la televisión, han dejado de lado su papel de vehículos informativos para convertirse en los protagonistas mismos de la información. La noticia ya no vale per sé, lo que importa es quién la transmite. Dicho de otro modo, no interesa qué transmitan, lo que vale es ver al “ídolo” que aparece en pantalla. Somos nosotros, el público, quienes nos hemos convertido en los medios de comunicación.

"Yo no sé, ni quiero saberlo, de dónde ha sacado Saramago ese diabólico tono narrativo, duro y piadoso a un tiempo, con algo de letanía bíblica y de nana infantil, que le permite contar tan cerca del corazón y a la vez tan cerca de la historia, y dónde los afanes se ven casi siempre al trasluz de los afanes colectivos."
Uno sabe que en esa clase de situaciones, esa clase de gente se alarma, se inquieta y se pregunta cuándo tendrá lugar la parusía. Podría apostar cualquier cosa a que esa distinguida señora juró y perjuró que cuando llegara ese día, yo me formaría en la fila izquierda. Después, con el cuidado de quien toma entre las uñas un bicho raro para echarlo fuera de la casa, me devolvió mi libro.
Platón; República, Libro VII
Proverbio hindú
Marcel Prévost
Voltaire
Henri Frédéric Amiel
Piotr Ilich Tchaikovski
Ernst Theodor Amadeus Hoffmann